El universo se rige por leyes inmutables. Una de ellas es la Ley de Atracción Magnética.
Podemos pensarnos a nosotros mismos como imanes humanos; y como tales atraeremos a nuestra realidad eventos acordes a
los pensamientos en los que enfoquemos la atención.
Todo atrae a su igual y ésto ocurre magnéticamente. Es decir, si tienes pensamientos negativos y depresivos atraerás
circunstancias que coincidan con ellos y si por el contrario tus pensamientos son alegres y esperanzados atraerás a tu realidad
experiencias de esas características.
Todo cuanto observas en tu realidad actual; situaciones laborales, vinculares, económicas, se hallan en total concordancia
con el tipo de pensamientos que predominan en tu mente y con tus sentimientos dominantes.
Tus creencias son las responsables de ello. Y ellas te indican lo que has creado y continuaras creando en tu vida, a
menos que las cambies. Si tienes la creencia de que mereces lo mejor hacia ello dirigirás tus energías. Si tu autoestima en
baja, si no crees ser merecedor de lo mejor, ello obtendrás.
Todo lo que te rodea lo has atraído a tu vida conforme a lo que piensas.
Lo similar atrae lo similar. Y ésto ocurre porque vibraciones similares se atraen.
Creas cada circunstancia de tu realidad como un arquitecto construye su obra y cuanta más emocionalidad le coloques a
tus pensamientos más fuerte serán las vibraciones que emitas, por lo que atraerás situaciones afines a ellos mucho más rápidamente.
Los pensamientos aunque no nos demos cuenta, son pura acción energética que se materializarán en el plano físico tarde
o temprano. Y ello ocurrirá aceleradamente si se encuentran cargados de una gran emoción.
Recuerda la última vez que pensaste en alguien y luego te cruzaste con esa persona por la calle o recibiste una llamada
telefónica de ella.
Tanto lo que anhelas como lo que temes lo atraes hacia tí, porque el temor es una poderosa emoción; sólo que negativa.
No existen imposibles para el ser humano. Sólo debes aprender a utilizar correctamente la ley de atracción mágnética
para que trabaje a tu favor y así lograr concretar tus deseos.
Enfócate en lo que de verdad anhelas y deshecha todo pensamiento de lo que no deseas que ocurra.
Dijo la Madre Teresa de Calcúta cuando la invitaron a un mitin en contra de la guerra: "Cuando me convoquen a una manifiestación
a favor de la paz concurriré, no derrochare mis energías para hablar de la guerra"
Ella sabía que si concentraba sus energías en contra de la guerra ayudaba a potenciarla.
Aprende a utilizar correctamente la ley de atracción y elige cuidadosamente tus pensamientos, pues de acuerdo a ellos
será lo que estás a punto de experimentar.